Hace 11 millones de años, la actividad de los volcanes de Lanzarote dieron lugar a esta majestuosa isla de fuego. Un proceso que se desarrolló con calma, como en el resto de las Islas Canarias.
De todas esas manifestaciones poderosas de la naturaleza, surgió Timanfaya. El Parque Nacional es el resultado de una de las erupciones más persistentes de Europa: duró seis años.
Desde 1730 a 1736 la población local de nueve pueblos se vieron afectadas. Tingafa, Mancha Blanca, Las Maretas, Santa Catalina, Jaretas, San Juan, Peña de Plomos, Testina y Rodeos quedaron sepultados.
Después de que la lava cubriera un cuarto de la isla por la zona sur, un nuevo episodio tuvo lugar un siglo más tarde. En 1824, los volcanes de Lanzarote despertaron de su breve sueño durante tres meses dando lugar a los siguientes volcanes: Volcán de Tinguatón, Tao y Nuevo del Fuego.
Cabe destacar que no se perdieron vidas, solo bienes materiales. No obstante, se vivieron importantes hambrunas que llevó a los habitantes de Lanzarote a emigrar. Afortunadamente, la de 1824 es la última hasta la fecha.
De la fisura de unos 13 kilómetros de longitud surgieron centenares de conos. A día de hoy, los 25 volcanes de Lanzarote se encuentran protegidos como Parque Nacional.
Gracias a ello, ni los fenómenos atmosféricos han conseguido alterar el lugar. ¿Esto qué significa? En pocas palabras: es posible observar las fases iniciales de su evolución.
Por ello, hacer senderismo por Timanfaya es un verdadero privilegio. A lo largo de sus 51 kilómetros, los paisajes enamoran, impresionan y nunca se olvidan.
A continuación, vamos a descubrir cuáles son las rutas de senderos que recorren los principales volcanes de Lanzarote. ¡Desde el litoral costero hasta el corazón de la isla de fuego!
Ruta Termesana
Durante tres horas (ida y vuelta) prepárate para descubrir la magia de los volcanes de Lanzarote.
El itinerario de la visita va desde la Caldera Roja hasta la Montaña Quemada. Por el camino podremos ver diferentes jameos (aberturas en tubos volcánicos ocasionadas por el colapso del techo), la Montaña Encantada y Pedro Perico.
¿Alguna vez has visto un lago de lava solidificado? En esta ruta, tendrás la oportunidad de ver el poder de los volcanes de Lanzarote. Gracias a la erupción de lava muy fluida del cráter de Montaña Hernández que creó esta preciosa estampa al solidificarse.
Para realizar la ruta de Termesana es obligatorio reservar nuestra plaza en el Parque Nacional. No se puede hacer por libre, sino junto con un guía turístico. De este modo, se garantiza que la experiencia sea más segura y enriquecedora.
Descubriremos las diferentes estructuras geomorfológicas, la colonización de la flora y la fauna y el desarrollo de la agricultura tradicional. Además, el recorrido a realizar no requiere de una buena forma física, ya que es de dificultad baja.
Una ruta completa y fácil de realizar, que nos permite hacernos una idea de por qué Lanzarote es denominada la isla de los volcanes.
Rutas por el litoral costero
De entre las muchas características que hacen tan especial a Timanfaya, la presencia de costa es una de las más destacadas. A diferencia del resto de Parques Nacionales de las Islas Canarias, el de Lanzarote está limitado por la costa. En concreto, la zona occidental.
Para poder conocer el punto donde la lava se fundió con el mar, podremos realizar dos rutas por el litoral costero. La diferencia entre ambas es la duración y extensión del recorrido. Existe una más larga, de unos 9 kilómetros de distancia y dificultad alta y otra más corta de 2 kilómetros que es muy sencilla de realizar.
Si elegimos la primera opción, la preparación previa es clave. Por el camino nos encontraremos terrenos abruptos, por lo que se debe hacer con un calzado adecuado. Asimismo, tiene una duración aproximada de 5 horas. ¡No olvides llevar suficiente agua y un poco de comida!
A diferencia de la ruta anterior, esta puede ser realizada por libre o guiada. En caso de querer el servicio de guía, se deberá solicitar en la central de reservas del Parque Nacional.
Si contamos con la experiencia de un guía, conoceremos en detalle cómo fue el proceso de formación de las playas y acantilados de esa zona. También la flora y fauna asociada y endémica de este rincón de la isla.
Por otro lado, si hacemos la ruta corta, visitaremos los alrededores de la zona de El Golfo y las proximidades de la playa del Paso. A lo largo de todo el recorrido, las vistas hacia los volcanes de Lanzarote, originados entre 1730 y 1736 son majestuosas.
Sentirás el poder de la naturaleza más natural y primitiva a medida que vas caminando encima de su malpaís. Al igual que en la ruta larga, es posible observar las aves marinas que viven esta zona y poblaciones de moluscos. Es un entorno muy rico, ¡y protegido! Por lo que debe ser visitado con el cuidado que se merece.
Un viaje por los volcanes de Timanfaya
La mayor concentración de volcanes de Lanzarote se encuentran en el Parque Nacional de Timanfaya. Para poder hacer la famosa Ruta de los Volcanes deberemos contratar el servicio.
A diferencia de las anteriores rutas, esta se lleva a cabo en guagua. El viaje empieza en el Islote de Hilario y se adentra hasta los rincones más espectaculares del parque. Cerca de 14 kilómetros de ruta circular que no deja indiferente a nadie.
Un abanico de colores que comienzan con campos de lava ocre. Poco a poco, la acción de la naturaleza, va perfilando y añadiendo su toque como el blanco del liquen. Caótico y cautivador, así son los paisajes de Timanfaya.
Las vistas a los impresionantes cráteres de Timanfaya y la imponente Caldera del Corazoncillo son, sin duda, motivos para repetir. El valor natural e histórico que alberga es incalculable.
¿Sabías que el Parque Nacional de Timanfaya representa los mejores sistemas naturales de origen volcánico de la región macaronésica? Según explican desde el Gobierno de Canarias.
Si te faltaba algún motivo para visitarlo, ¡esperamos que ahora te sobren razones!