En un pueblo próximo a la Villa de Teguise, se encuentra una de las casas más singulares y bonitas, La Casa-Museo Lagomar en Lanzarote.
Una obra de arte única construida en el mismísimo risco de un volcán que recibe el mismo nombre que la pequeña localidad en el que reside: Nazaret. Desde las ventanas volcánicas de esta casa-museo, las vistas al valle son insuperables.
El estilo arquitectónico con el que fue diseñada es uno de sus mayores atractivos. Una fusión volcánica y oriental que no deja a ningún visitante indiferente. Además de sus atractivos visuales, los históricos han dado mucho que hablar.
Como si fuera sacada de una película hollywoodense, la historia de Lagomar rebosa anécdotas y secretos. Presentes desde el primer momento en el que solo era un boceto de César Manrique, quien abandonaría el proyecto más adelante.
En este artículo, te contamos todas las curiosidades de la Casa-Museo LagOmar ubicada en Lanzarote.
Una villa custodiada por un volcán
Lagomar es un oásis inspirado y creado por los propios elementos que la conforman: lava y cuevas naturales. Las formas caprichosas que durante años la naturaleza fue puliendo, han permitido que hoy podamos convivir de una manera única con un espacio natural sin igual.
Construida sobre una cantera volcánica, es una villa que se disfruta percibiendo cada uno de sus detalles. Desde sus vigas, aprovechadas de antiguos naufragios en el litoral costero de la isla, hasta la vegetación con la que ha sido decorada.
Un pequeño jardín botánico que cuenta con aloes, palmeras y otras plantas autóctonas de Canarias. ¡Mires donde mires la naturaleza está presente de una u otra forma! Es maravillosa, y el contraste de sus colores: hechizante.
Desde que abrió sus puertas como Casa-Museo en el año 2009, ha conquistado los corazones de viajeros y locales que han decidido descubrir sus rincones. De hecho, para una experiencia más enriquecedora, LagOmar cuenta con un área de exposiciones, bar de copas y un exquisito restaurante mediterráneo.
Una casa inspirada por Cesar Manrique
En 1970, el inversor extranjero Sam Benady le encargó a César Manrique el diseño de la villa Lagomar u Oasis de Nazaret como se la conocía por aquel entonces. El objetivo era convertirla en un espacio donde Benady pudiera recibir a sus potenciales compradores de viviendas.
Siguiendo su estilo propio y característico, César Manrique esbozó el diseño de esta villa de forma que fuera lo más respetuosa posible con el entorno. Como siempre, el artista instaba a aprovechar los elementos disponibles, no destruirlos.
No obstante, debido a una serie de diferencias entre Manrique y el desarrollador, el proyecto fue continuado por Jesús Soto.
Un estrecho colaborador de César Manrique con el que había colaborado para la elaboración de los Jameos del Agua o el Monumento al Campesino. Motivo por el cual, Lagomar también nos recuerda mucho a otras edificaciones típicas y más emblemáticas de Lanzarote.
A día de hoy, el arte y la arquitectura siguen presentes gracias a la galería y la sala de exposiciones. Desde artistas locales hasta algunos de renombre internacional han colgado sus obras en las paredes volcánicas de Lagomar.
¿Vivió aquí el actor egipcio Omar Sharif?
En la década de los 70, el popular actor egipcio Omar Sharif visitó la isla de Lanzarote por el rodaje de una película: La Isla Misteriosa. Una historia basada en la novela de Julio Verne en la que interpretaría el papel de Nemo.
Según cuenta la leyenda, el azar hizo que Sharif descubriese Oasis de Nazaret y quedara enamorado de ella. Tras comprarsela al británico Benady, este lo desafió a jugar a una partida de bridge.
¿El premio? La casa. Si ganaba Benady recuperaría su propiedad y si lo hacía Sharif se le devolvería el dinero. En este caso, la astucia enmascarada como suerte no corrió a favor del actor y este perdió la casa. No sabía que Benady era campeón de Europa en este juego de cartas
Como homenaje, la propiedad pasó a llamarse LagOmar. A pesar de haber pasado por diferentes propietarios, el nombre se mantiene hasta la actualidad. Lo que sí ha cambiado con el tiempo ha sido su tamaño.
Cuando los arquitectos Beatriz van Hoff y Dominik von Boettinger, la adquirieron decidieron ampliar las estancias. Siempre bajo el asesoramiento de artistas locales para no alterar la belleza natural de esta Casa-Museo.
Si viajas a Lanzarote y quieres descubrir algunos atractivos menos turísticos, la Casa-Museo Lagomar es una parada obligatoria. ¡No te olvides de incluirla en tu itinerario de viaje!