A lo largo de la historia hemos sido testigos de muchos casos como el Telamón, el barco griego hundido en Lanzarote. Con el desarrollo de la ingeniería naval, hoy en día surcar los mares es menos peligroso que hace unas décadas.
Sin embargo, el océano es tan inmenso que es normal sentirse pequeño ante él. ¿Quién le iba a decir al trasatlántico más grande del mundo en 1912 que no llegaría a puerto en su primer viaje? El Titanic es uno de los casos más conocidos por la envergadura del navío y la magia del cine, pero no es el único.
Las Islas Canarias han sido testigos de cómo muchos barcos naufragan en sus costas. No olvidemos, el papel tan importante que tienen las islas dentro de las rutas marítimas y mercantiles del mundo entero. ¡Incluso los piratas han estado en el archipiélago canario!
Pero hoy nos gustaría contarte la historia de un barco de carga que lleva más de 30 años descansando en las costas de Lanzarote: El Telamón.
El Telamón, un barco con muchas historias
La historia que envuelve a El Telamón comienza con sus propios dueños. Este barco de carga de 140 metros de eslora y una manga de 18 metros fue construido en Escocia. Los astilleros de Caledon Shipbuilding fueron los encargados del proyecto que concluyó el 24 de septiembre de 1953 con su primer viaje.
A pesar de haber pasado ya la mitad de su existencia hundido en las costas de Lanzarote, El Telamón puede presumir de haber surcado muchos mares en sus mejores momentos. Realizó muchísimos viajes a diversos puertos africanos llevando cargas.
Hasta finales de los años 70, cambió varias veces de propietarios y de nombre. Temple Hall, Pantelis o, por último, Telamón cuando la compañía Telamón Maritime Co. lo adquirió. Las consecuencias de estos frecuentes cambios de “tutela” se dejaban notar también en la estructura del barco.
La falta de mantenimiento y el poder corrosivo del mar comenzaban a dañar su casco y el óxido cada vez lo devoraba con mayor ferocidad.
La trágica noche del 31 de octubre de 1981
El 31 de octubre de 1981, El Telamón viajaba desde San Pedro, en la Costa de Marfil, hasta la ciudad portuaria de Salónica en Grecia. Sin embargo, una rotura abrió una vía de agua que no le permitió terminar el recorrido.
Como siempre suele suceder en estos casos, el agua encontró camino muy rápido inundando algunas dependencias vitales para el barco. Gracias a que se encontraba cerca de la isla de Lanzarote, un equipo procedente de la isla acudió al rescate.
La principal preocupación del capitán era que el agua llegara hasta la carga de troncos que llevaban a bordo. Si eso sucedía, sería cuestión de minutos que perecieran en el fondo del Océano Atlántico.
Por suerte eso no sucedió y la vida de la tripulación pudo ser salvada. También la carga y el combustible, una grave amenaza para el medio marino.
Salvar el océano de 260 toneladas de combustible
Uno de los principales peligros que lleva el naufragio de un navío es retirar a tiempo el combustible. Los fondos marinos de todo el mundo se han visto alguna vez en peligro por una situación así.
Por suerte, en esta ocasión la rápida acción de los técnicos de asociaciones ecologistas permitieron salvar el medio marino. El Telamón llevaba, nada más ni nada menos, que 260 toneladas de fuel-oil y 60 de diesel-oil.
Para poder extraerlos de forma segura fue necesario instalar una plataforma de grandes dimensiones que rodeaba todo el casco del buque. De este modo, entre la balsa y el casco se esparció un líquido que, en caso de vertido, disolvería el fuel. Más adelante, la Compañía Española de Petróleos fue la encargada de hacer el trasvase del combustible y su gestión.
El barco semihundido de la Costa de Teguise
Muy cerca del puerto de Arrecife, descansa en una pequeña cala de arena rubia El Telamón semihundido. Custodiando la Costa de Teguise, hoy en día está partido en dos trozos: uno bajo el océano a 18 metros de profundidad y otro visible a simple vista.
Si bien en su momento llegó a estar habitado por okupas, ahora pertenece a la fauna y flora marina. Las cuales suelen recibir la visita de submarinistas y practicantes de snorkel. No todos los días se puede nadar entre tesoros marinos.
La estampa que crea El Talamón es de lo más enigmática. Curiosos y amantes de la fotografía acuden cada día a inmortalizar cómo el paso del tiempo va dejando su huella. Motivo por el cual, se ha convertido en todo un atractivo para la zona.
Sin embargo, el deterioro de la estructura del barco comienza a suponer un peligro que ha planteado la posibilidad de retirarlo.
¿Es el fin del Telamón?
Tras más de 37 años, el Telamón ya se ha ganado un hueco en el corazón de los habitantes de Lanzarote. También en el de muchas especies marinas del litoral de la isla. Además, es de los pocos pecios semihundidos que quedan en las Islas Canarias.
Sin embargo, su futuro es incierto, puesto que existe un debate acerca de si es mejor retirarlo o dejar que sea la naturaleza quien decida. Por lo que, si planeas unas vacaciones en Lanzarote no pierdas la oportunidad de verlo. ¡Quizás pronto sea solo un recuerdo inmortalizado en fotografías!