Lanzarote no es solo playas paradisíacas de arena blanca y aguas de azul turquesa. El paso del tiempo y la acusada erosión marina han creado increíbles piscinas naturales en las que podemos disfrutar del Océano Atlántico en intimidad y libertad.
Rincones donde el paso del tiempo se diluye con el ir y venir de sus aguas. Desconectar del día a día, mientras conectamos con nosotros mismos.
Si quieres descubrir dónde se encuentran las tres piscinas naturales más bonitas en Lanzarote, ¡sigue leyendo!:
Piscinas Naturales de Punta Mujeres
En Punta Mujeres en Lanzarote, un precioso pueblo costero, encontrarás la piscina natural de Punta de las Rosas. El color de sus aguas cristalinas te cautivará nada más verla y tu cuerpo… ¡Te pedirá sumergirte de inmediato!
Está ubicada a tan solo 15 minutos en coche desde la Casa Museo de César Manrique. Así podrás disfrutar de un baño reconfortante para continuar con tu visita por el noreste de la isla.
Te interesará saber que los Jameos del Agua y la Cueva de los Verdes están muy próximos. Puntos de interés que la hacen perfecta para descansar durante tus vacaciones en familia o en pareja por la isla.
Otro de los puntos fuertes de esta piscina natural es su accesibilidad y respeto hacia el medio ambiente. Se ha acondicionado para el disfrute de locales y turistas con el respeto que, un paraje Reserva de la Biosfera, se merece.
Piscina Natural Cueva del Agua
Continuando nuestra ruta por el noroeste de la isla de Lanzarote, nos disponemos a buscar otro tesoro de la naturaleza. La Piscina Natural Cueva del Agua se ubica en un punto aislado entre Los Cocoteros y Charco del Palo en Guatiza.
No encontrarás un lugar igual para desconectar durante tus vacaciones. Idónea para ir solo o en pareja, disfrutar de la lectura de un buen libro y dejar pasar el día con el relajante sonido de las olas. Ser remota la convierte en un diamante en bruto.
Sumérgete a lo largo de sus diez metros de diámetro para descubrir la belleza natural de sus fondos. Una riqueza de fauna y vegetación que contrasta con su inhóspito entorno volcánico. Eso sí, ¡recuerda llevar escarpines! Los erizos de mar son los dueños de esta espléndida piscina natural que te cautivará, te lo aseguramos.
Piscinas Naturales de Los Charcones
Prepárate para llenar la cámara de fotos y no querer volver a casa. A 10 minutos en coche de la turística zona de Playa Blanca encontraremos el edén: Los Charcones. Se trata de un conjunto de piscinas naturales perfectas para practicar esnórquel.
El azul turquesa y blanco roto de sus aguas contrasta con el vasto entorno volcánico del que surgen. Esa combinación de colores tan explosiva es lo que las convierte en un verdadero paraíso.
La desigual erosión del mar y el viento en esta zona ha dado lugar a que cada una de las piscinas tengan diferentes profundidades. Una característica que la hace aún más atractiva para todos los públicos. Mientras los más pequeños de la familia chapotean y juegan seguros en las charcas, los adultos pueden darse un baño relajante en las piscinas naturales más hondas.
Asimismo, al estar localizadas en el suroeste de Lanzarote, la compañía del sol y la brisa cálida te acompañarán hasta el ocaso. ¿Y qué mejor forma de acabar el día que con una puesta de sol en una piscina natural? Te enamorarás al ver la magia que se produce en el agua con los últimos rayos de luz.
Las piscinas naturales de Lanzarote enamoran
Llegados a este punto, somos muy conscientes de que ahora mismo es casi imposible decidir cuál te ha gustado más. ¡Todas nos enamoran! Por eso mismo, te recomendamos que si tienes la oportunidad de visitar Lanzarote, puedas venir a zambullirte en las tres. Cada una tiene un atractivo que las hace únicas y diferentes al resto. No hay ninguna igual.
Así que, ¿por qué escoger si podemos disfrutarlas todas? Como habrás podido observar, cada una de ellas están cerca de un punto imprescindible que visitar en tus vacaciones por la isla. Así que nuestro súper consejo para este verano 2020 es:
¡Planea con antelación tu viaje y descubre las 3 piscinas naturales de Lanzarote donde (des)conectar!
